Era necesario ver como se derramaba gota a gota del vaso del cielo,
sobre mi mente.
Rociando aquellas partes imparciales llenas de nubes,
en días borrosos buscando el olvido.
Era necesario escribir en el puente las desdichas para dejarlas suicidarse al vacío,
enfrentando el descontento.
Ese frío que se alterna en mi piel, sin dejar espacio..
Ese ligero espacio..
Yo recorrí la calle sin prejuicio,
el miedo se ha extendido demasiado,
parece ese humo gris que aterriza en las banquetas.
Como la fractura de las frustraciones,
áridas al final del desierto.
Cuanto descontento hay en este precipicio sin fin,
solo dame tu mano no desaparezcas.
2 comentarios:
y este también me gustó.
Gracias, por visitarme y brindarme tu opinión, estoy por subir más poemas.
Un abrazo del alma.
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