viernes, 2 de marzo de 2012

Idilio de Jacaranda
















Respirando la brisa que me acompaña,
Al soltarme de brazos abiertos libre al pasto,
Que me adentra a respirar las sonrisas del campo,
Sin guardarme más en la cabaña.

Un sonido de viento susurrando en mi espalda,
Recorriendo una gota del profundo surco del cielo,
Me levanto con las ganas de abrazar la nada,
Esa que me atraviesa y me deja tocarme la cara.

Un mar violeta entre las alas listas para el vuelo furtivo,
Ese descalzo andar por las mañanas,
Aroma dulce que se desprende del crujir de los pasos,
El sentir de tus labios liberados,
Un respirar suave, entre la brisa callada,
Espaviento de ternura, de un tono cálido,
Que se esparce despacio tocándote las palmas,
Derritiendo el umbral del espacio entre dos.

Esas ramas esperando la llegada,
Son los brazos que esperan el abrazo,
En un momento inesperado,
Se cruzan las miradas,
Intensas de luz violeta.

1 comentario:

Fabrizio Aragón dijo...

me has derretido por completo con la alegoría y el grafismo con el que me has transportado a ese plácido y jacarandoso lugar :) yo te saludo poetisa! namasté